- Mantenimiento de la función cerebral.
- Mantenimiento del sistema inmunitario.
- Reducción de mediadores de la inflamación (citocinas y prostaglandinas proinflamatorias).
- Mejora de la neurotransmisión dopaminérgica y serotoninérgica.
- Mejora el perfil lipídico
El omega 3 es un tipo de grasa poliinsaturada que debe su nombre a la ubicación de su primer doble enlace. Se considera un ácido graso esencial ya que el cuerpo no puede producirlos por sí sólo.
Los ácidos grasos omega 3 tienen potencial para mejorar muchas de las alteraciones biológicas asociadas a la depresión, especialmente el componente inflamatorio.
Su importancia más allá de que no podemos producirlos en el organismo radica en sus funciones que tienen efecto antiinflamatorio y autoinmune, lo cual podría ser de ayuda para reducir el riesgo o favorecer el tratamiento de todo tipo de enfermedades caracterizadas por procesos inflamatorios como cáncer, patologías cardiovasculares o el mismo envejecimiento, así como también en enfermedades mediadas por reacciones inmunológicas tales como la artritis reumatoidea, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, lupus u otra.